Si manejas un vehículo industrial, estarás familiarizado con los problemas de la carrocería. Siendo este un medio de transporte tan pesado, es inevitable que sufra algunos daños cuando se cae accidentalmente en un bache. De hecho, esto se puede esperar incluso manejando de forma segura y en carreteras de buena calidad. Por suerte, las soluciones innovadoras para evitar esto han hecho acto de presencia, siendo el resorte de gas el más destacado.
En la mayoría de los casos, al adquirir un vehículo industrial, podrás notar que estos vienen armados con un amortiguador o resorte de aceite. De hecho, estos son los predeterminados en la mayoría de automóviles. Sin embargo, en realidad no son la mejor opción para proteger a tu carrocería, a los componentes generales del auto y a los pasajeros en su interior. A continuación, te explicamos por qué un resorte de gas es la mejor opción, sobre todo en vehículos más pesados.
¿Cómo funciona un resorte de gas?
Antes de entender en que ayuda exactamente un resorte de gas a un vehículo, primero es necesario comprender cómo funcionan. Como ya sabrás, el principal objetivo de este componente es ofrecer seguridad y protección tanto al auto como a los pasajeros. Absorben la mayoría de oscilaciones del muelle y además mejorar la forma en que las ruedas se adhieren al pavimento, aumentando la estabilidad del coche en diferentes situaciones.
Todo se logra a través de un sistema de válvulas. A través de ellas, fluye un líquido se encarga de generar resistencia dependiendo del impacto recibido. Cuando se acciona el amortiguador, transforma la presión en energía calórica para poder eliminarla a través del sistema hidráulico. Como lo dice su nombre, el líquido del resorte más común es el aceite. El resorte a gas utiliza gas nitrógeno en combinación con el mismo, lo que facilita el movimiento de los fluidos.
¿Por qué es mejor un resorte de gas para un vehículo industrial?
Ahora, nuestra intención no es decir que un resorte de gas es el mejor para todo auto existente. Existen muchos coches que se pueden apañar con uno de aceite sin problemas. Sin embargo, es necesario recalcar que los primeros cuentan con muchas mejoras en su funcionamiento, gracias al uso de gas nitrógeno. Este evita que los amortiguadores pierdan eficacia de amortiguación de golpes debido al calor. Sin embargo, esto es más notorio en un vehículo industrial.
Mejoran la adherencia del neumático
Para nadie es secreto que un vehículo industrial es uno de los medios de transporte más difíciles de dominar. Las características de peso, tamaño y movimiento pueden agregar un porcentaje de riesgo en cada viaje, algo que todos los conductores de vehículos pesados admiten. Por suerte, un resorte de gas puede balancear estos valores. Estos ofrecen una mejor adherencia a los neumáticos, lo que evita que el vehículo se incline y pierda agarre durante curvas y frenazos.
Una mejor velocidad de funcionamiento
Un resorte a gas mejora la forma en que el flujo se trasporta entre las cámaras de las válvulas. Esto se traduce en una mayor estabilidad en terrenos irregulares y escarpado, que suelen ser el mayor enemigo de un vehículo industrial. ¿Pero por qué es mejor? A mayor rapidez de funcionamiento, las oscilaciones serán corregidas de forma más inmediata, haciendo que la incomodidad y daños sean inferiores.
Menos burbujas
Las burbujas son un acontecimiento común en los amortiguadores de aceite. Estas aparecen cuando dicho líquido llega a su punto de ebullición, disminuyendo la eficacia de amortiguación. Por otro lado, aunque un resorte de gas no elimina la posibilidad por completo, si la disminuye considerablemente. Gracias a esto, este tipo de amortiguadores trabaja de forma más eficaz independientemente de las condiciones, un aspecto muy valioso en un vehículo industrial.
Mayor control
La parte más complicada de manejar un vehículo industrial es controlar los frenos y la dirección del mismo. Esto es debido al peso y al tamaño de sus dimensiones. Es por esta razón que un resorte de gas funciona tan bien con este tipo de automóvil. Debido a que tienen una absorción de impactos más rígida que de un amortiguador de aceite, el control de dichos aspectos es mucho más eficiente. En resumen, brindan mayor seguridad a la hora de manejar.
