El resorte de gas es una de esas piezas que casi siempre pasan desapercibidas, pero cuya función es imprescindible en muchos ámbitos, ya que facilita el movimiento de elementos pesados sin necesidad de hacer ningún tipo de esfuerzo. Se instalan en mobiliario como canapés o armarios de cocina, en portones de maleteros y asientos de vehículos, en maquinaria, en ventanas de techo, etc.
Por esta razón, cuando se averían o se rompen, cambiarlos de inmediato suele ser la decisión lógica. El problema es que en ocasiones no se sabe muy bien cómo sustituir un viejo resorte de gas y, si el cambio no se realiza correctamente, el nuevo puede dar problemas o no funcionar con la facilidad y suavidad con la que debería hacerlo.
Familiarizarse con el resorte de gas
Para poder colocar correctamente un resorte de gas, lo primordial es conocer bien cómo funciona. Se trata de una pieza formada por un émbolo y un vástago. Este se mueve en un cilindro que contiene gas (nitrógeno) a una determinada presión. Cuando está en reposo, el vástago está extendido y, cuando se aplica un peso o presión, se introduce en el cilindro, comprimiendo el gas y provocando una fuerza contraria al movimiento.
Un resorte de gas, independientemente del uso que tenga, está diseñado para durar mucho tiempo y soportar infinidad de movimientos. Sin embargo, si pierden el aceite lubricante que facilita el movimiento del émbolo o el gas puede ser necesario cambiarlo, así como ante el lógico desgaste de la pieza. Llegado ese momento, es imprescindible saber cómo cambiarlo correctamente y colocar uno nuevo.
Consejos para colocar un resorte de gas
Lo más importante siempre, a la hora de colocar un resorte de gas es asegurarse de que el émbolo está hacia abajo. Es la posición correcta para conseguir que el aceite lubricante esté depositado en la parte inferior y lubrique adecuadamente las juntas del resorte. De esta forma, no solo la pieza funcionará de forma adecuada, sino que, además, se evita que el gas pueda escapar por esas juntas.
En segundo lugar, es esencial comprobar que los enganches del resorte de gas están perfectamente alineados. De no ser así, las fuerzas se aplicarán de forma desequilibrada, provocando un mal funcionamiento de la pieza, un desgaste mayor y una vida útil mucho más corta.
Estas son las precauciones esenciales, pero aún es importante tener en cuenta algunas otras, como, por ejemplo, no apretar en exceso el enganche porque impediría que el resorte de gas se mueva con soltura. Lo adecuado es no dar el último giro a las tuercas.
Además de ello, es esencial no manipular nunca un resorte de gas. Intentar abrirlo o cargarlo de gas, así como rozarlo o golpearlo, puede dañarlo de forma irreparable y, lo que es peor, puede llegar a ser realmente peligroso. En caso de no saber cómo colocarlo adecuadamente, lo mejor es dejarlo en manos de profesionales.
Y, para acabar, una última precaución: si se trata de sustituir un resorte de gas que se ha deteriorado por otro, hay que asegurarse que el nuevo tiene la misma medida del que se va a sustituir. De no ser así, no funcionaría correctamente. Este es, sin embargo, un problema menor, ya que en Alontec vas a poder encontrar una gran variedad de productos que se adecuan sin inconvenientes a todo tipo de situaciones y circunstancias.
Si tienes dudas o necesitas asesoramiento en cualquier aspecto relacionado con resortes de gas, no dudes en ponerte en contacto con nosotros. Nuestros especialistas te ayudarán a resolver cualquier duda y te aconsejarán sobre la pieza que necesitas.